Excursión al Monte Fuji

Este día empezó bastante estresante 😂 . Teníamos que coger el Shinkansen a las 07:00 hasta Shin-Fuji Station, pero para ello teníamos que validar primero el JRPass.

Como les expliqué en el post Preparativos para viajar a Japón hay que fijarse bien en las oficinas que son y aquí pecamos de primerizos. Confundimos las oficinas de reserva de billetes que ponía que abrían a las 06.00 en Shinjuku con las de validación las cuales abrían a las 08.00 h.

Así empezamos a estresarnos (bueno yo sola, los demás se lo tomaron mejor que yo 😂 ). Nos dijeron que las oficinas que abrían más temprano eran las de la estación de Tokio central y hasta allií fuimos para validarlas.

Hablé con Alex con quien habíamos contratado la exursuón (Turismo Victoria) y nos buscó el siguiente tren que teníamos que coger, sin ponernos problemas para empezar la excursión un poco más tarde.

Una vez estábamos todos en la estación  Shin-Fuji Station salimos hacia las paradas que nos esperarían para ese día: Santuario Fuji, Cataratas Otodome y Shiraito, Lago Motosu-ko, Lago Shiji, pueblo tradicional de Iyashi no sato, lago Saiko, Karaguchiko, Chureito Pagoda, Bosque Aokigara y cavernas de hielo.

Todo ello por 💴 11.000 ¥ p.p. (85,50€ p.p.).

El almuerzo se paga a parte, en nuestro caso fueron 2.500 ¥ p.p. (19,43€ p.p.).

Al preparar el viaje miramos para hacer todo esto por libre pero era muy complicado en transporte público y con el tiempo que disponíamos era prácticamente imposible. Además, pudimos disfrutar de muchos más sitios que no conocíamos.

Normalmente no solemos contratar tours y organizamos todas las rutas por nuestra cuenta pero Japón era un destino que a Claudio le hacía muchísima ilusión y el símbolo principal del país es el Fuji, así que teníamos que verlo de alguna manera.

Por ello finalmente decidí hacerlo mediante esta empresa y quedamos encantadísimos.

📣: El Monte Fuji con 3776 metros de alto es el pico más alto y el símbolo de Japón. Considerado sagrado desde la antigüedad, les estaba prohibido a las mujeres llegar a la cima hasta la era Meiji. Actualmente se clasifica como un volcán activo, pero con poco riesgo de erupción.

Empezamos por el Lago Motosu-ko Lago Shiji.

Alex nos fue llevando a una y otra parada teniendo en cuenta las nubes y el tiempo para poder ver siempre el Fuji lo más despejado posible. La verdad, es que disfrutamos de un día espectacular en el que vimos el símbolo de Japón perfectamente, cosa que no es normal en mayo ya que suele verse nublado.

Seguimos haciendo paradas hasta llegar a lo que más ganas teníamos la Pagoda Chureito. Símbolo que habíamos visto en postales, carteles, televisión, etc. de Japón. Fue todo una pasada poder hacer este sueño viajero realidad.

Además, nos fue explicando mucha historia en relación al Fuji, en general de Japón, su gente y sus costumbres.

Hicimos varias paradas muy interesantes como el bosque Aokigara y cavernas de hielo.  Éste bosque también es conocido como el bosque de los suicidas por la gran cantidad de japoneses que deciden suicidarse en él. Tiene una asociación histórica con demonios en la mitología japonesa, y hay poemas muy antiguos que indican que está maldito. El turismo ha quedado limitado a ciertas zonas vigiladas y hay numerosas señales de advertencia en varios idiomas para ayudar a las personas que piensan en suicidarse a que busquen ayuda de familiares antes de dejarlo todo.

Después de todas estas visitas se iba acercando la hora del medio día y por tanto nos iba entrando hambre. Para ello Alex nos llevó al pueblo tradicional de Iyshi no sato, un pequeño pueblo precioso que supo reponerse del tifón que lo dejó totalmente destruido en 1996. Diez años después concluyeron su reconstrucción y la pequeña aldea se ha convertido en un museo al aire libre.

No hemos estado en Shirakawago pero por las fotos que hemos visto se asemeja bastante.

Todavía nos quedaría por ver el lago Saiko, y las cataratas Otodome y Shiraito una visita imprescindible si vas a esta zona.

Como llegamos sobre las 19.00-20.00 al centro  de Tokio decidimos ir a la zona de Akibahara, el barrio electrónico de Tokio. En él cenamos suhi que ya tocaba y flipamos con la cantidad de edificios que había de maquinas y muñecos, figuras, etc. de videojuegos.

Hasta aquí llegaban nuestros días por Tokio, pero no había acabado el viaje. Al día siguiente pondríamos rumbo a Kioto.

Para cualquier dudilla que les surja no duden en enviarnos un mensaje por aquí o si simplemente les ha servido de ayuda también nos haría mucha ilusión un mensajito.

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