La Habana

En este post contaré todo lo que nos dio tiempo de ver en nuestros dos días por la capital cubana. El primer día fue al inicio del viaje y el segundo, el último.

Nada más llegar al aeropuerto de La Habana, nos estaba esperando el taxista que nos llevaría hasta el alojamiento, el cual habíamos contratado previamente desde España (30 CUC). Él nos señaló donde estaba la CADECA (casa de cambio) y cambiamos una pequeña cantidad de dinero.

Llegamos a la casa y decidimos descansar para el día siguiente salir a descubrir la ciudad con fuerzas.

DÍA 1

El centro de La Habana puede dividirse en tres grandes zonas: La Habana Vieja, Centro Habana y Vedado. En este primer día habíamos pensado en ver la zona de La Habana Vieja y Centro y dejar para el último día el Vedado.

Después de disfrutar de nuestro primer desayuno cubano nos pusimos en marcha y Tuni (el dueño de la casa) nos alcanzó hasta el Parque Central desde donde empezaría nuestro recorrido por La Habana.

Lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con nuestras familias desde el Hotel Parque Central, les cuento cómo funciona internet en Cuba en el post Preparativos para viajar a Cuba.

Sobre las 10.00 de la mañana empezamos nuestro recorrido por La Habana Vieja poniendo rumbo a la catedral de La Habana que se encuentra en la Plaza de la Catedral. De camino a ella, pasamos por el famoso bar La Bodeguita del Medio que por ser tan temprano se encontraba aún cerrado.

Tomamos la calle Empedrado y giramos por la calle Mercaderes hasta la Plaza de Armas hasta el castillo de la Real Fuerza. Subimos por la calle Obispo, una calle con mucho ambiente siendo la calle principal de La Habana. Giramos por la calle Mercaderes.

Seguimos hacia la plaza de San Francisco de Asis, dominada por la iglesia y monasterio de San Francisco de Asis. Llegábamos, finalmente, a la Plaza Vieja donde queríamos comer en el paladar Doña Nora, pero ya no había hueco para almorzar así que reservamos para la cena.

Una vez hicimos este recorrido, empezamos a caminar un poco sin rumbo entre unas calles y otras disfrutando de la música y de los edificios antiguos tan característicos de esta zona. Llegamos al museo del ron Habana Club, donde aprovechamos para beber nuestro primer mojito mientras escuchábamos música en directo.

Pasamos de nuevo por la Bodeguita del Medio, que ya a media tarde se encontraba llena de gente, demasiada para nuestro gusto, así que decidimos seguir de largo y nos decantamos por entrar en La Floridita a probar su famoso Daiquiri, era plena tarde y se agradecía entrar en un sitio cerrado con aire acondicionado.

Volvimos al Parque Central para llegar hasta el Capitolio, justo enfrente se encuentran las famosas casas de colores. Bajando por el paseo José Martí llegamos hasta el Malecón y decidimos ver anochecer desde ahí.

Una vez anocheció, volvimos a la Plaza Vieja para cenar y dar una vuelta por todas sus calles, por lo que en un día da tiempo de ver muchísimas cosas. Sobre las 22.00 h ya estábamos destrozadas y nos fuimos a nuestro alojamiento, al día siguiente nos recogían a las 06.00 para ir dirección Viñales.

Día 2

Llegamos por la tarde desde Varadero a La Habana y por la noche aprovechamos para ir a la discoteca La Fabrica que se encuentra en la zona de el Vedado. Una discoteca que mezcla todo tipo de arte: música, pintura, esculturas, etc. sitio muy recomendado.

Empezábamos el segundo día completo en el que fuimos a pie todo el recorrido desde la casa que se encuentra en el Vedado.

Empezamos por la Plaza de La Revolución y dirección a la famosa heladería Coppelia pasamos por la avenida de Los Presidentes, calle con estatuas de ilustres presidentes latinoamericanos bordeando la calle.

Después de esta refrescante parada, bajamos hasta el Hotel Nacional por la avenida 23. Empezaba a chispear y teníamos todavía ganas de ver muchísimas cosas, así que con esperanza de que no rompiera a llover dirigimos nuestros pasos hasta el callejón de Hammel, un callejón lleno de arte por todos lados.

Una vez llegamos, empezó a llover muchísimo y nos resguardamos dentro del bar que hay en esa calle. Les recomiendo probar la bebida “el negrón”, parecida al mojito.

Estuvimos como una hora esperando que parara de llover pero íbamos perdiendo las esperanzas, así que decidimos coger un taxi hasta la casa y terminar de recoger las cosas ya que a última hora salía nuestro vuelo.

Hasta aquí llegaban nuestros pasos por la capital de Cuba, La Habana.

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