Tokio

Nuestra entrada al país nipón era su capital, Tokio. Nos esperaban tres días por delante que pensábamos exprimir al máximo, ya que se trata de una ciudad enorme y queríamos dejarnos por ver lo menos posible.

Día 1

El primer día llegamos sobre las 12.00-13.00 al aeropuerto de Haneda. Lo primero que hicimos fue cambiar dinero en el mismo aeropuerto (el tipo de cambio lo vimos bastante bien y ya aprovechamos para cambiar gran parte del efectivo) y seguidamente pusimos rumbo a nuestro alojamiento.

Decidimos alojarnos en una de las paradas principales para no perder mucho tiempo en translados. Por lo que leímos en otros blogs, las mejores zonas eran Ueno, Shibuya o Shinjuku.

La zona de Ueno es la más tranquila de las tres y más alejada, por lo que la descartamos directamente y miramos entre Shibuya y Shinjuku, decantándonos finalmente por la segunda.

Les hablo del alojamiento más detenidamente en el post de Alojamientos en Japón

Eran sobre las 18.00 h entre una cosa y otra, y queríamos aprovechar un poco la tarde, aunque el cansancio del viaje iba haciendo mella en nosotros.

Fuimos caminando hasta el Edificio Metropolitano uno de los miradores desde los que podrás tener unas fantásticas vistas de Tokio desde las alturas. Fue maravilloso poder ver anochecer desde él y gracias a que el día estaba tan despejado vimos hasta el Fuji, increíble.

📣 La entrada es gratuita 💴  y el observatorio de la torre norte está abierto normalmente hasta las 23.00 h 🕐 

Desde allí volvimos hasta Shinjuku donde dimos una vuelta por sus calles con luces de neón y aprovechamos para cenar un delicioso Okonomiyaki, les hablo más detenidamente en el post Qué comer en Japón.

Día 2

Hoy madrugaríamos bastante para poder aprovechar bien el día desde tempranito.

El Santuario Yasukuni era de los primeros sitios que estarían abiertos, así que empezamos nuestro recorrido por ahí. Un tranquilo parque lo rodea, hasta que sobre las 08.00 empezaban a llegar las excursiones de los colegios  😂 .

Casi todo el recorrido de hoy lo hicimos a pie y es que nos gustaba muchísimo todo lo que íbamos viendo. Desde ahí pusimos rumbo al Palacio Imperial, residencia oficial de la familia imperial japonesa. Donde también recorrimos sus jardines, este recorrido fue un poco más rápido ya que nos empezó a llover un poquito.

Eran aproximadamente las 11.30 y estábamos cerca de Tokio Ramen Street, en principio no es una hora normal de almuerzo pero teníamos hambre y habíamos leído que se comía muy bien en los restaurantes que había en esta zona así que teníamos que probar nuestro primer ramen.

Al principio nos costó encontrarla porque pensábamos que era al aire libre, una calle como tal. Pero se trata de unas callecitas en el subsuelo de la estación de Tokio (estuvimos dando vueltas un buen rato sin entender porqué Googe maps nos metía dentro de la estación  😂 ).

Con la barriga llena fuimos en metro hasta Harajuku, la calle friki por excelencia de Tokio. No encontramos el ambiente que esperábamos ya que estaba lloviendo.

Si pueden aprovechen para ir a la calle principal (Takeshita Street) un domingo (a nosotros nos pillaban los días en Tokio entre semana y no pudimos), sale mucha más gente a la calle y lucen sus mejores galas. Podrás encontrarte gente disfrazadas de cualquier “barbaridad” 😂 .

Desde Harajuku se encuentra muy cerca el santuario Meiji o Meiji Jingu un contraste enorme ver un parque totalmente tranquilo, que transmite muchísima paz con las calles cercanas que acabábamos de ver. Una pena que nos siguiera lloviznando y no pudiéramos disfrutarlo como hubiésemos querido.

📣 Estos bidones de sake que se ven en la foto, son una ofrenda que hacen cada año al templo la Meiji Jingu Zenkoku Shuzo Keishinkai, una asociación de amantes del saque. Dicha ofrenda es para que la industrial del saque prospere y haya abundantes ventas.

Santuario

🕐 Horario: todos los días desde la salida a la puesta del sol

💴 Precio: Gratis

Casa del Tesoro y Jardín Interior

🕐 Horario: de 09.00 a 16.00 h

💴 Precio: 500 Yenes

Desde el santuario a la siguiente parada que haríamos sí que era un buen tramo, pero como había parado de llover decidimos hacerlo caminando. La parada era Shibuya, el famoso cruce que habíamos visto miles de veces por la tele y en fotos, una pasada ver la gente cruzando y el ambiente que había por esta zona.

Estuvimos un buen rato por la zona viendo tiendas, máquinas recreativas, etc. no parábamos de sorprendernos con cada cosa que veíamos.

Después de todo esto el hambre volvía a apretar y había visto que en Tokio había un par de locales de Shake Shak (las famosas hamburguesas Neoyorkinas), así que decidimos dejar la comida Japo por una vez y probarlas, ya que no hemos estado de momento en NY.

Habíamos hecho muchísimos kilómetros hoy y estábamos destruidos, dimos una vueltilla por Shinjuku cerca de nuestro alojamiento y nos fuimos a descansar. Al día siguiente tocaba madrugar de nuevo, así que aquí acababa el día de hoy.

Día 3

Hoy tocaba madrugar de nuevo (más que cuando trabajamos  😂 ) y para poder estar a primera hora en el Templo Sensoji de Asakusa salimos sobre las 07.00 h.

🕐 Horario: Salón principal todos los días de 6:00 a 17:00

💴 Precio: Gratis

Es un templo precioso, rodeado de jardines y con puestecitos de souvenirs. Les aconsejo venir temprano (como nosotros), ya que se llena muchísimo de gente y puede resultar agobiante.

Como no teníamos validado el JRPass y nos gusta caminar, este día también hicimos muchísimos kilómetros.

La siguiente parada sería el Parque Ueno, un parque donde van los japoneses con sus familias a pasar el día, hacer deporte, etc. en definitiva con mucha vida. Era media mañana y encontramos unos puestecitos de comida así que decidimos hacer una paradita para comer otro Okonomiyaji y probar los Takoyaki (bolitas de pulpo, típicas en Japón).

Había leído que el Koishikawa Botanical Garden valía mucho la pena y caminamos hasta él. A nuestro parecer no vale la pena perder tiempo en ir hasta estos jardines, además están bastante lejos de la zonas principales que visitar en Japón.

Volvimos hasta la zona de Ginza para ver todas sus calles comerciales y desde ahí cogimos el monorrail que nos llevaría a Odaiba. 

Odaiba, es una isla artificial desde donde se puede ver un precioso skyline de Tokio conectado por el Rainbow Bridge y en el que puedes ver una réplica de la estatua de la libertad o el Unicorn Gundam, una estatua a tamaño real del famoso Gudam. Lo podrás encontrar detrás del centro comercial Driver City.

Acabamos el día viendo uno de los anocheceremos más bonitos que hemos visto en nuestros viajes y nos quedamos contemplando las preciosas vistas que había hacia el Rainbow Bridge hasta bien entrada la noche. Después fuimos en metro hasta el apartamento, al día siguiente tocaba cumplir un sueño: excursión al monte Fuji.

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